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Prof. Karina Fernandez

Teorías de la Comunicación

 
 
La palabra comunicación proviene del latín "comunis" que significa "común". De allí que comunicar, signifique transmitir ideas y pensamientos con el objetivo de ponerlos "en común" con otro. Esto supone la utilización de un código de comunicación compartido.
Un código es un conjunto de símbolos y signos los cuales deben ser compartidos por los protagonistas del proceso. ¿Puede acaso alguien que no sabe hablar tibetano entender lo que un tibetano expresa en su lengua materna?. Naturalmente que no habrá habido comunicación en un caso semejante. Gracias a que se comparte un código es que los mensajes se transmiten de persona a persona.
Generalmente tendemos a pensar en el lenguaje cuando hablamos de códigos, pero éste, supone un concepto bastante más amplio. Además de los códigos verbales (orales y escritos), existen otros como los gestos, los movimientos de la cara y el cuerpo, los dados por la forma y el color (por ejemplo las señales de tránsito) o la música (en donde hay reglas que marcan una estructura). Naturalmente, los códigos no verbales, al igual que el lenguaje, varían de acuerdo a las diferentes culturas.
Es así que podemos afirmar que el lenguaje es sólo un medio más. La tendencia a identificarlo con la comunicación en su totalidad es consecuencia de que éste sea, el medio más apto para la transmisión de ideas.
Si consideramos el concepto de comunicación desde un sentido amplio, nos referiremos a seres vivientes que se relacionan con su entorno, pero desde el lenguaje científico nos referiremos a seres relacionados entre sí y capaces de expresar procesos y situaciones interiores, de dar a conocer circunstancias u animar a otras criaturas a un comportamiento específico.
 
TEORIA DE LA AGUJA HIPODERMICA

Históricamente, la teoría de la aguja hipodérmica (o teoría de la bala mágica) coincide con el anarco-sindicalismo de la Revolución Industrial y el peligro de las dos guerras mundiales y con la difusión a gran escala de las comunicaciones de masas. Se comenzó a definir cuando la mirada se concentró en los efectos que tuvo la propaganda durante los conflictos.
La Primera Guerra Mundial supuso un gran despliegue de armas y de dinero, lo cual significó una mayor pérdida social. En ese momento, Gran Bretaña y Estados Unidos no habían sufrido las consecuencias de una catástrofe como esa y no estaban preparados para superar tal daño. La guerra se dio muy cerca de la población civil, por lo que se hizo necesario darle una importancia a la guerra que en realidad no tenía. Para ello se utilizó la propaganda en una sociedad en la que los vínculos eran cada vez más difíciles, para convencer a la gente de que diese su vida en un conflicto mundial que, finalmente, sólo sería beneficioso para unos pocos. Finalizada la primera guerra, en Alemania, EEUU y Gran Bretaña se comenzó a reflexionar sobre este bombardeo propagandístico tan grande como medio para manipular a la gente por parte de los gobiernos y los medios de comunicación…así se comienza a formular la teoría.
Los elementos que más caracterizaron el contexto de la teoría son la novedad del fenómeno de las comunicaciones de masas y la conexión de dicho fenómeno con las trágicas experiencias totalitarias de aquel período histórico. Se trató de una aproximación global al tema de los medios, indiferente a la diversidad entre los distintos medios, y responde particularmente a la pregunta
“¿Qué efecto producen los medios en una sociedad de masas?”
 

 

EMISOR             MENSAJE         RECEPTOR

La Teoría de la Aguja Hipodérmica, también conocida como Teoría Hipodérmica,  Bullet Theory o Teoría de la Propaganda surge en el período entre 1920 y 1930 con el objetivo de estudiar los efectos de la propaganda.
 
Esta teoría sostiene que la audiencia está compuesta por individuos aislados y atomizados
que reaccionan individualmente a las órdenes de los medios de comunicación, es decir, que “cada miembro del público de masas es personal y directamente ‘atacado’ por el mensaje” (Wright, 1975, p. 79). Como una inyección o una bala, la información ingresa al sistema de cada uno de los miembros del público objetivo y éste reacciona tal y como se espera.
 
La masa arrolla todo lo diferente, egregio, individual, calificado y selecto. Quien no sea como todo el mundo, quien no piense como todo el mundo, corre el riesgo de ser eliminado. Y claro esto que es “todo el mundo” no es “todo el mundo”. “Todo el mundo” era, normalmente, la unidad compleja de masa y minorías discrepantes, especiales. Ahora “todo el mundo” es sólo la masa (Ortega y Gasset, 1930, p. 19).
 
Para la construcción de esta premisa, esta corriente se basa, por un lado, en la Teoría de la Sociedad de Masas, que considera a la audiencia como parte de una masa, un conjunto amorfo de individuos aislados, pasivos, anónimos, fragmentados e indefensos que, alienados, no interactúan entre sí y son incapaces de generar vínculos profundos (Ortega y Gasset, 1930).
 
Por otro lado, toma la Teoría de la Acción de la Psicología Conductista, que se basa en el método del experimento y la observación propios de las Ciencias Naturales para analizar el comportamiento humano. Propone la unidad estímulo / respuesta, es decir, que ante determinado estímulo específico el individuo reaccionará de la manera esperada, de forma inevitable e inmediata.
 
Indudablemente, esta teoría de la acción de sello conductista, podía integrarse muy bien con las teorizaciones sobre la sociedad de masas, a las que proporcionaba el soporte sobre el que basar las convicciones acerca de la inmediatez y la inevitabilidad de los efectos. El estímulo, en relación con el comportamiento, es la condición primaria, o el agente, de la respuesta. (Wolf, 1987, p. 28).
 
Así, la Teoría Hipodérmica mantenía la premisa de que con un mensaje determinado e inyectado a individuos masificados, pasivos y alienados se obtendrían los efectos esperados; es decir, si el objetivo era convencer acerca de determinada idea, la audiencia respondería favorablemente y accionaría en consecuencia.
La teoría plantea que la manipulación es posible ya que frente al enorme y creciente poder de los medios, no hay ningún elemento de resistencia; el mensaje se dirigirá por los medios de comunicación de masas, a partir de ahí, es posible crear un estímulo, un mensaje tan fuerte que se “inyecte dentro de la piel de cada miembro de la sociedad” (de ahí el nombre “aguja hipodérmica”). Entre emisor y receptor, entre estímulo y respuesta no hay ninguna intermediación que impida conseguir los objetivos, hay una relación directa de causa-efecto, algo mecánico.
Sin embargo, es imposible hablar de la teoría hipodérmica sin mencionar los diversos conceptos de la sociedad de masas que se sostenían en aquel momento y sin concentrarse en la propaganda, más que en los medios en sí.
 La sociedad de masas
-El pensamiento político del siglo XIX, de carácter conservador, señala en la sociedad de masas el resultado de una progresiva industrialización, de la revolución en los transportes, comercios y en la difusión de valores de igualdad y libertad. Estos procesos provocan la pérdida de exclusividad por parte de las élites que se encuentran expuestas a las masas. Se pierde un vínculo con las tradiciones, lo cual contribuye a debilitar la conexión que une a los individuos como sociedad, provocando aislamiento y alienación.
-Ortega y Gasset introduce en 1930 el concepto de hombre-masa, el cual es descripto como el resultado de la desintegración de la élite y como la antítesis de la figura del humanista culto. La masa es el juicio de los incompetentes, es la representación de una especie que basa su valor en el saber técnico y científico, “es todo lo que no se valora a sí mismo- ni en bien ni en mal- mediante razones especiales, pero que se siente “como todo el mundo” y sin embargo, no se angustia, es más, se siente a sus anchas al reconocerse idéntico a los demás” (Ortega y Gasset, 1930). La masa arrasa todo lo que es diferente, singular, individual, cualificado y seleccionado; revelan un absurdo estado de ánimo, sólo están preocupadas por su bienestar y, al mismo tiempo, no se sienten solidarias con las causas de este bienestar, mostrando una absoluta ingratitud hacia lo que les facilita la existencia.
Características particulares de la teoría de la aguja hipodérmica
En la sociedad de masas el individuo se queda impotente para elaborar de forma específica los mensajes que llegan de los medios masivos de comunicación, por eso es posible hablar del modelo conductista de Estímulo-Respuesta. Los medios de comunicación son los emisores de un mensaje que se hace llegar a los individuos de una sociedad, los mensajes pasan por debajo de la piel sin ningún problema: el mensaje como estímulo que provoca una reacción. Como emisores del mensaje, los medios de comunicación o los gobiernos desean provocar ciertas reacciones.
La masa está constituida por individuos juntos que están separados y que no tienen capacidad de captar los mensajes que proceden del emisor de forma invisible. El conductismo habla de reacciones iguales de individuos ante estímulos determinados.
 Las implicaciones de este modelo son:
-El aislamiento, la individualidad, la falta de interacción, la pasividad.
-La unidireccionalidad
-La asimetría de los roles: La acción es del emisor que envía el mensaje, produciendo así un estímulo; la pasividad está en el receptor porque sólo lo recibe y reacciona de manera uniforme.
-La comunicación como proceso intencional, que busca un efecto concreto y que es medible porque da lugar a una conducta visible, relacionada con el objeto del emisor
 En síntesis, la iniciativa está exclusivamente en el emisor y los efectos sólo en el receptor. La perspectiva está concentrada sólo en el análisis del mensaje, ya que entre la emisión y la recepción hay una linealidad de la que no se puede escapar.
Los emisores tienen un efecto omnipotente, ante absolutamente todo estímulo, se espera una respuesta que será siempre igual, siempre la misma y siempre de igual medida, en otras palabras, una respuesta homogénea.
Bibliografía:
 -Mattelart, A. y Mattelart, M. (1997). Historia de las teorías de la comunicación. Barcelona: Paidós.
-Ortega y Gasset, J. (1930). La rebelión de las masas. Madrid: Austral.
-Wolf, M. (1991). La investigación de la Comunicación de Masas. Barcelona: Paidós.
-Wright, C. (1975). Mass Communications: A Sociological Approach, Nueva York, Estados Unidos: Random House.
-de  Moragas, M. (1985). Sociología de la comunicación de masas; II. Estructura, funciones y efectos. Barcelona: Gustavo Gilli  MassMedia. 
 
MODELO MATEMATICO DE LA COMUNICACIÓN

 
El modelo matemático de los ingenieros de telecomunicaciones Claude E. Shannon y Warren Weaver (Bell Laboratories).
El artículo de Shannon "A Mathematical Theory of Communication" (1948) supone el punto de arranque del desarrollo de la Teoría Matemática de la Información, fundamental en la comprensión y análisis de los procesos informativos y comunicativos desde una perspectiva cuantificable y predecible.
Shannon trató de establecer a través de esta teoría una ecuación matemática para poder medir el valor informativo de los mensajes, tomando en consideración la "información" como un valor cuantificable en los procesos de comunicación. Inició sus investigaciones al respecto sobre la base de los avances que en el mundo de la ingeniería se habían producido como consecuencia directa del esfuerzo bélico de la II Guerra Mundial, y concretamente tomando como punto de partida sus estudios sobre cibernética en general y sobre una máquina capaz de predecir el movimiento de un móvil, con aplicaciones militares, en particular. La principal aplicación del modelo matemático de información, como era de esperar dado su especial carácter "mecanicista" y algorítmico, se ha producido en el lenguaje entre máquinas.
En un plano más general, Shannon y Weaver afirman en su teoría matemática de la información que en cualquier sistema comunicativo hay que resolver los siguientes problemas:
  • Problema técnico: con qué precisión puede transmitirse la información.
  • Problema semántico: el más significativo en el mundo de la información. Implica con qué precisión es recibida la información por el receptor, en relación con el significado original dado al mensaje.
  • Problema de la efectividad: se refiere a la efectividad con la que el significado original recibido por el receptor, afecta a su conducta.
El eje central del modelo matemático de información es el concepto de "información relevante", también denominado "concepto de pertinencia", que en el campo matemático se traduce por la idea de "probabilidad".  







 
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